Días de subterraneo...

En 1991, tres amigos de infancia, iniciamos un duro y largo viaje, un hermoso sueño infantil que marcaría para siempre nuestras vidas. Queríamos tocar una guitarra, hacer canciones y subirnos algún día a un escenario, para sentirnos grandes y únicos, héroes y villanos en nuestra ciudad. Jugar... Sólo eso.

Aquel inolvidable invierno, en un viejo y húmedo subterraneo en nuestro querido barrio, todo era mágico. No nos importaba el frío colándose entre las tablas, el piso de tierra, ni los reclamos de los vecinos, que rogaban por callarnos cada tarde y en especial las mañanas dominicales, cuando nuestros gritos y ruido de tarros se hacían insoportables. A veces, la lluvia y el viento a nuestro favor ahogaban nuestro estruendo, mas nó las ganas de tocar. Nada nos detenía, había que ensayar cada día, ensayar y soñar, que éramos Metallica..

Las guitarras, "de palo" colgaban de nuestros hombros con improvizadas correas que no eran más que pitas o cuerdas viejas; y la batería, solo tarros con parches de cuero. Nuestro nombre era "Leprosy", inspirados en un gran álbum que por aquellos años nos había volado la cabeza. Pronto lo desecharíamos; demasiado sucio y rudo para tres chicos que con suerte tocaban horriblemente algunos covers de Elvis Presley y Guns n Roses y nuestra super primera composición llamada "Destroy" que era netamente punk, o mejor dicho, una mala copia a The Ramones. De Metallica, nada, demasiado difícil para nosotros.

Pasó el tiempo y Leprosy pasó a llamarse Aphasia, y un nuevo tema llamado "That is feeling" se convirtió en nuestro gran orgullo. Al igual que "Destroy", era cantada en lo que llamábamos "inglés mutante", debido a que aún no nos atrevíamos a escribir en español. Tocábamos esa canción a cada rato, una y otra vez, todos los días. La abuela de Carlos, dueña de casa, nos cortába la luz para que nos fuéramos, y una vez nos esperó oculta a la salida del subterraneo y nos dío de escobazos, uno por uno, mientras ibamos saliendo; muertos de la risa y algo adoloridos, escapamos, para volver al otro día... Y nuevamente el mismo show. Sin duda, estábamos viviendo una de las épocas mas felices de nuestras vidas. Comenzaban a aparecer tambien las primeras cervezas, que a escondidas bebíamos al final de cada ensayo. Éramos ya todo unos rockeros, rudos y rebeldes, o al menos eso queríamos creer.

En 1992, a casi un año de habernos formado, vino lo que tanto habíamos esperado: Nuestro primer concierto!! Invitamos a muchos amigos a nuestro subterraneo y tocamos para ellos lo que durante mucho tiempo habíamos estado preparando. No fué mucho: "Sweet child o´mine" y "Used to love her" de Guns n Roses, "Nothing else matters" de Metallica, "Hound dog" de Elvis Presley, "Destroy" y "That is feeling" (nuestros únicos temas propios) y "Smell like teen spirit", de una joven banda de Seattle que recién comenzaba a sonar.. Ja.

Ha pasado mucho tiempo de aquello, y al mirar atrás, no puedo dejar de emocionarme, pués desde entonces, desde aquellos mágicos días de subterraneo, nunca dejaríamos la música, o tal vez ella nunca nos dejaría a nosotros...

Pasaron los años y con Mamicho formamos Crystal, y esta vez, con instrumentos de verdad, logramos consagrarnos en nuestra ciudad como siempre lo habíamos deseado. Hoy, él ya no está físicamente, pero sigue a mi lado, y es quizás la mayor fuerza e inspiración de Cáliz, la última banda que nos unió.

A Carlos, no lo veo muy seguido, pero siempre que nos topamos (y siempre que los tragos nos ponen algo nostágicos) juramos que volveremos a tocar juntos, algún día. Quién sabe...

Foto de 1995: Carlos (izquierda); Manuel (centro) y Mamicho (derecha). Linda imagen, lá ultima foto que nos sacamos juntos, cuando ya éramos más grandes y habíamos cumplido nuestro sueño.

Bueno, este fué mi pequeño homenaje a los sueños de niñez, juventud y Rock n Roll. Que nunca mueran... Salud!!